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miércoles, 28 de mayo de 2014

EL SATURNO PARK

El que podríamos llamar, en un principio, clasista Saturno Park (1911-1926) ocupó gran parte del Parc de la Ciutadella, que quedó infrautilizado tras la Exposición Universal de 1888. 
Este recinto lúdico imitaba al primer parque de atracciones moderno, el Luna Park abierto en 1903 en Coney Island, cerca de Nueva York, y contenía una pista de hielo, un café-teatro, un laberinto, un carrusel eléctrico y varios salones de tiro, pero sus atracciones estrella eran tres montañas rusas: Los Urales, Water Chute -un tobogán de agua en el actual lago- y El gran Tobogán.

Al igual que en muchas otras ciudades europeas, a finales de la década del Siglo XIX, Barcelona emprendió el proyecto de instalar un nuevo parque de atracciones dentro de la ciudad, cerca de la plaza de las Armas de la antigua Ciudadela,  rodeado por los pabellones de la Exposición de 1888, que aún quedaban en pie, y cerca del lago que se constituyó en un lugar privilegiado para el despliegue de las atracciones relacionadas con el agua.

El éxito del casino y el parque de atracciones de l'Arrabassada propició esta nueva inversión que, desde un principio, estuvo envuelta de polémica por corrupción y favoritismos municipales.

Tras dos años de polémicas y obras, el Saturno Park era oficialmente inaugurado y abría sus puertas el 25 de mayo de 1911. Gracias a su situación privilegiada y a su amplia oferta de atracciones, en pocos meses, se convirtió en el parque más exitoso de Barcelona. Además al ser el primer parque en disponer de iluminación nocturna, ese éxito abarcó tanto el día como la noche. 

La entrada de paseo costaba 10 céntimos, lo que hizo que los barceloneses menos pudientes -la gran mayoría- se agolpasen tras las vallas del recinto para ver pasar el tren turístico en miniatura que recorría todo el recinto y que era una de las atracciones preferidas por grandes y niños.


Las otras atracciones más detacables fueron:

1 - Los Urales. Una de las montañas rusas más grandes de Europa, compuesta por vagonetas con capacidad  para 8 personas, con un tramo cubierto en forma de dragón y desde la que se podían disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad y de una importante sensación de vértigo.
2 - El Water Chute. En la parte interior de Los Urales se instaló el gran Tobogan de agua que consistía en una vagoneta en forma de barca que bajaba a toda velocidad por una rampa hasta topar con el agua del estanque central.
3 - El Tobogan.  Una torre cilíndrica a la que se accedía mediante un ascensor y de la que descendías a través de varios canales entrelazados.
4 - El Witching Waves. Una enorme y espectacular pista de coches que tenía tales dimensiones que llegó a utilizarse para disputar la prueba atlética de  los 800 metros lisos.

Los Urales

El gran Tobogan.

Los coches eléctricos.

En los últimos años de su vida, este parque diseñado para acoger y distraer a la burguesía catalana, acabó convirtiendose en el lugar de diversión para los trabajadores, que lo copaban todos los fines de semana. La burguesía había 'emigrado' hacia l'Eixample y en Cuitat Vella solo quedaron los pequeños comerciantes y la clase menos privilegiada.


En 1921, justo 15 años después de su inauguración, el Saturno Park cerró sus puertas. El Ayuntamiento decidió una completa reordenación urbanística de la zona y la construcción de los jardines actuales. El Saturno Park dejó de existir y sus atracciones fueron desmanteladas y vendidas a otros parques. 

1 comentario:

Maurici dijo...

Ara pels terrenys que va ocupar el Saturn Parc es passegen i diverteixen els nostres divertits i justos polítics.
Els 10 cèntims (actualitzats) de l'entrada els paguem nosaltres.
Visca la gresca!