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viernes, 2 de mayo de 2014

LAS BODEGAS GÜELL

Las Bodegas Güell están situadas en el rocoso y abrupto macizo del Garraf, a unos 25 km. de Barcelona, y en el término municipal de Sitges, en uno de los acantilados del Garraf al borde del Mediterráneo.

En 1882 Gaudí recibió el encargo de esta obra por parte de su gran mecenas y amigo, Eusebi Güell. Éste había conocido la obra de Gaudí en la Exposición Universal de Paris de 1878, fecha en la que empezó una larga amistad y un gran número de encargos como el Palacio Güell, los Pabellones Güell de Pedralbes, el Parque Güell y la Cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló.

El encargo de Güell consistía en unas bodegas y unos pabellones de caza, aunque estos últimos nunca llegaron a construirse. El conjunto se situó en la finca La Cuadra, en Garraf, propiedad del conde Güell. Las bodegas  se construyeron entre 1895 y 1897 bajo un proyecto de Gaudí y la dirección de su gran coloaborador, Francesc Berenguer.

1910

La construcción consta de un edificio de planta rectangular y una portería. En el edificio principal se distinguen diversas partes.
Las llamadas bodegas, que realmente es la vivienda, tienen un perfil frontal triangular, con cubiertas de gran verticalidad con pronunciadas pendientes de losas de piedra, rematadas por un juego de chimeneas y dos puentes que la unen al antiguo edificio. Tiene tres plantas: la baja para cochera, la vivienda y una capilla cubierta con bóveda catenática, con el altar en el centro. El conjunto se completa con un pabellón portería, donde destaca la puerta de forja, con forma de red de pesca

Las bodegas en sí estaban ubicadas en la antigua masía de la finca, que Gaudí conectó mediante un puente de perfil parabólico. La estructura horizontal está basada en bóvedas tabicadas que se apoyan sobre los muros exteriores de ladrillo. Estos muros están inclinados y revestidos con piedra del lugar, de color blanco y tonos grisáceos, y hacen de cubierta. Dada la gran pendiente de ésta, las ventanas son a base de buhardas. 
Esta construcción constituye la entrada a la finca, a la que se accede pasando por debajo de un arco parabólico de ladrillos. La verja de hierro forjado que cierra este arco es de singular importancia dada se dificultad de ejecución. 

El conde Güell producía en Garraf un vino denominado de "Bodegas Güell", que se servía en los barcos de la Compañía Transatlántica y se exportaba a Cuba; al no conseguir éxito esperado y con la llegada de la Guerra Civil, en 1936 dejó de producirse.




Esta es la única parte que se va al pasar por la carretera, y eso dependiendo del sentido de la marcha.


Esta edificación, que a penas se ve al pasar por la carretera de la costa, queda completamente integrada dentro del paisaje rocoso del Garraf y evoca el mundo medieval y el sentido ascensional, triangular, propio del Gaudí de aquella época. El empleo de los vanos, de las grandes bóvedas en los dos sótanos -vivienda y bodega-, de la piedra y la volumetría del edificio ha sido calificado por algunos arquitectos estudiosos de Gaudí como insólito. 

Actualmente, el complejo de las Bodegas Güell pertenece a una empresa privada que lo explota como restaurante denominado "Gaudí Garraf Restaurant" en el que se pueden celebrar todo tipo de convenciones a la vez que disfrutar de una preciosa vista sobre el mar Mediterráneo.

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